lunes, 23 de febrero de 2015

El amor de un padre no tiene límites.

Para comenzar la semana, quiero dejar aquí un vídeo que merece la pena ver.



El vídeo refleja el amor de un padre hacia su hijo. A pesar de la enfermedad del chico, no hay barreras para que disfrute de algo tan hermoso como es el deporte; unos 3 km nadando, 180 km en bicicleta y 42 km corriendo,  es una dureza fuera de lo común, pero no fuera de lo común para un padre que quiere hacer disfrutar a su hijo y además quiere que lo haga junto a él.

 Estoy segura que en los momentos en los que no pudiera más, miraba la sonrisa de su hijo y le daba aún más fuerzas para seguir. Gran ejemplo que ayuda a ser mejor persona y mejor padre. Si se cree y se trabaja, se puede.
 No hay límites cuando una persona quiere hacer feliz a otra de corazón.

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