martes, 10 de marzo de 2015

Crítica

 “Una mujer que se había trasladado a Suecia como estudiante de intercambio para ver a su novio de 31 años falleció tras una sesión de sexo masoquista en la que la mujer fue atada y golpeada por su novio más de 100 veces con una vara de madera. El joven, según informan las autoridades había consumido bebidas alcohólicas y drogas durante los hechos; se encuentra actualmente en proceso judicial e imputado por supuesto homicidio involuntario.”
Esta ha sido alguna de las noticias que han aparecido en los medios tras la puesta en taquilla de la película 50 sombras de grey

Anastasia Steele es una joven e inocente estudiante de Literatura la cual acaba el curso ese año. Como favor a su mejor amiga, realizará una tarea de periodista la cual no le agrada demasiado. Tendrá que entrevistar a uno de los más prometedores y ricos empresarios del momento: Christian Grey. Anastasia caerá rendida a los pies del galán. Sin embargo, cuando empiecen a intimar, se dará cuenta de que las costumbres sexuales de su pareja de cama no resultan nada normales. Será un mundo completamente nuevo para ella, y desde el momento en que ponga un pie dentro de dicho mundo, Anastasia no tendrá escapatoria ante el juego de Grey. Una historia sobre los límites, la confianza, y el erotismo.

Nos encontramos ante un atentado a la ética sexual y a la dignidad femenina, una llamada al morbo sexual que raya en lo pornográfico. Para algunos es una forma "moderna" y "libre" de satisfacer sus deseos sexuales.

Desde mi parecer nos encontramos ante una película más triste que otra cosa, típica chica que quiere agradar al chico "guaperas" y  rico que trata de comprarla con bienes materiales para que sea su esclava sexual sin importar sus sentimientos. Haciendo ver que las mujeres ya tenemos un prototipo de chico y que por ello haremos cualquier cosa por ello; etiquetando a las  mujeres como materialistas y sin ser capaz de conseguir las cosas por si solas

Triste, ya que intenta hacer ver  lo débiles,  inocentes y manipulables que pueden llegar a ser las mujeres por amor, llegando incluso a realizar actos que ni se quieren realizar ni se consideran éticos.

 Me sorprende que a día de hoy existan mujeres que acepten actos parecidos, que los practiquen, que lo defiendan y que incluso cuando se encuentran sentadas en las butacas del cine contemplando estas aberraciones sean capaces de soltar carcajadas cuando en películas como estas, nos dejan a las mujeres como objetos sexuales, vulgares, inocentes, sin principios, sin voz.

Nunca, nuca aceptes el abuso.

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